Isaiah 32:9-15

Advertencia a las mujeres de Jerusalén

9Levántense, mujeres perezosas a,

Y oigan mi voz.

Hijas confiadas,

Presten oído a mi palabra b.
10Dentro de un año y algunos días,

Se conturbarán, hijas confiadas,

Porque se habrá acabado la vendimia c,

Y la recolección del fruto no vendrá.
11Tiemblen, mujeres perezosas;

Contúrbense d, hijas confiadas.

Desvístanse, desnúdense e, y cíñanse cilicio en la cintura.
12Golpéense el pecho f, por los campos agradables, por la vid fructífera, 13Por el suelo de mi pueblo donde crecerán espinos y zarzas g;

Sí, por todas las casas alegres y por la ciudad divertida h.
14Porque el palacio ha sido abandonado i, hecha un desierto la populosa ciudad
Lit. la multitud de la ciudad.
,
k.

Colina
Heb. Ofel.
y atalaya se han convertido en cuevas m para siempre,

Un deleite para asnos monteses n, un pasto para rebaños;
15Hasta que se derrame sobre nosotros el Espíritu o desde lo alto,

El desierto se convierta en campo fértil

Y el campo fértil sea considerado como bosque p.
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